lunes, 5 de octubre de 2009

El poder del dinero móvil

Compartimos en PDF para descargar un excelente artículo de la revista The Economist-la revista de economía más importante del mundo- sobre el celular como una herramienta que motoriza la economía y está empezando a cambiar las micro-transacciones económicas del día a día. Los casos de India y de China, con lecciones muy valiosas para aprender y replicar.

martes, 29 de septiembre de 2009

Secretos de las "tres grandes" de Tierra del Fuego, detrás del impuestazo tecnológico

Reproducimos un artículo publicado el jueves pasado en el site La políticia Online.

En la provincia Afarte, la cámara que nuclea a las cinco grandes productoras de productos electrónicos, entre las que se destacan 3: Newsan, BGH y Radio Victoria Fueguina. Gozan de grandes beneficios desde el menemismo por Alejandro Mayoral, ex secretario de Industria de Menem. Con la grave crisis económica, impusieron el pedido a Fabiana Ríos, quien pasó de la órbita de Carrió a fidelizarse con el kirchnerismo.

Mientras en el Senado ya está cocinada la sanción de la ley que suma grandes beneficios fiscales a la fabricación de productos tecnológicos en Tierra del Fuego –conocido como “impuestazo tecnológico”- y esperan el giro a Diputados tras el escándalo de BGH, siguen surgiendo datos para entender la lógica que opera en esa provincia. Entre otras cosas, cómo la crisis económica local reactivó el poder de lobby de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), la cual impulsa este proyecto y hasta doblegó la postura política de la gobernadora Fabiana Ríos, quien dio el salto de la órbita de Elisa Carrió a la rendición absoluto a los designios de la Casa Rosada.

Afarte está integrada por sólo cinco empresas, las únicas que desde hace años gozan de los grandes beneficios fiscales a la producción que rigen para esa provincia y los cuáles, mediante este nuevo plan, siguen ampliando.

Entre ellas, el “Big One” es Newsan S.A., propiedad del empresario Rubén Cherñajovsky -también dueño de Electrofueguina S.A.-. Fabrica distintas marcas como Sanyo, Philco, Nobles ATMA o Sansei, entre otras. Factura unos 1.100 millones de dólares al año.

Algunos también le adjudican el control de BGH, la empresa que quedó en el ojo de la tormenta por un sugestivo cambio en la redacción del proyecto que realizó el diputado K Gustavo Marconato, que en medio de un escándalo tuvo que darse marcha atrás y modificarse en el Senado. Con el simple retoque en la redacción de un artículo, se le entregaba a esta empresa casi la exclusividad de la producción de equipos de aire acondicionado de grandes dimensiones o industriales.

Además de Newsan y BGH, en la provincia más austral del continente opera Radio Victoria Fueguina, de Manuel Jurkowski, la cual posee marcas como Hitachi -una de las líderes del mercado de TV-, Kelvinator y hasta licenciataria de RCA.

Pidiendo permiso

Si alguien quiere instalarse en la provincia, primero tiene que hablar con estas tres firmas. “No son empresarios de riesgo –explica a La Política Online una fuente local-. Si el día de mañana alguien consigue financiación y se quiere instalar ahí, va, lo hace, y gana dinero. Eso sí, primero tiene que ver si ellos lo dejan”.

El mundo periodístico un día se encontró con esta ley y se chocó con que un grupo de empresas ubicadas en el punto más austral del continente gozaban de un poder de lobby tan fuerte, como para torcer la línea política de un gobernador. Pero, al parecer, siempre lo tuvieron, sólo que en silencio.

Según fuentes legislativas, todo comenzó en la época de Carlos Menem. Aunque algunas están en Tierra del Fuego desde hace más de 30 años, fue durante la presidencia del riojano ya infame década del noventa que, escondido en algún artículo de sus diferentes presupuestos, directamente se prohibía la radicación de nuevos productores en esa zona. Eso fue prorrogado año tras año. Por otro lado, les daban fuertes beneficios impositivos. Así apareció este grupo de productores, “los gigantes del sur”.

El presidente de Afarte, por caso, está estrechamente ligado al menemismo: es Alejandro Mayoral, ex susbsecretario en el Ministerio de Economía de Domingo Cavallo. También es asesor de la Unión Industrial Argentina (UIA).

En 2006, ya en la era K, estas empresas fueguinas vieron también el negocio de la informática. Intentaron movilizar un convenio para poder fabricar notebooks. La presión de las empresas “del continente”, cómo se define a las que producen electrónica fuera de Tierra del Fuego, frustraron el plan mediante la secretaría de la Industria que en ese momento comandaba Miguel Peirano, quien luego daría el salto al Ministerio de Economía tras la conflictiva renuncia de Felisa Miceli.

“Querían que se les permita producir lo mismo que se fabrica en continente. Era una jugada tan complicada que no fue tan difícil frenar”, explicó uno de los que luchó para parar el plan a La Política Online, confirmando este intento de ingresar a un negocio que genera 2 mil millones de dólares al año.

Beneficios 2.0

Este sector productivo instalado en Tierra del Fuego lejos está de ser un conglomerado de galpones vacíos donde un grupo de empresarios engordan sus cuentas sin dar trabajo a nadie. Lo que sí es cierto es que las condiciones que les exige el Estado son incomparablemente desiguales cuando se lo compara con los beneficios que obtienen a cambio

“La ley para que un productor fueguino pueda gozar de los beneficios impositivos no exige una línea de montado de determinadas características, ensamblado robótico o determinadas características que justifiquen los beneficios. No tiene lógica el impacto fiscal que tiene para el país en base a los impuestos que les estamos regalando más el precio más caro que pagamos, por su contraprestación”.

Según contó una fuente, en los convenios de las empresas fueguinas para poder gozar de estos gravámenes reducidos prometían, por ejemplo, “sumar 8 empleados más”. “Vamos a pagar 20% más un monitor más los impuestos internos por 8 personas. Es como matar una hormiga con un exocet (misil teledirigido)”. “No tiene sentido el esfuerzo” agregó un especialista consultado, mientras rápidamente se corregía: “El sentido es que muy poca gente va a ganar un montón de plata”.

Buscando tranquilidad para su agitada provincia en el empresariado local, Ríos se encontró con este reclamo de los pocos y grandes productores fueguinos: ampliar aún más sus beneficios y abrir la puerta a la producción de notebooks y celulares.

En lo primero, fallaron. Las cámaras del sector endurecieron su postura y consiguieron una excepción. Pero el resto siguió su marcha sin problemas y hasta, con una avivada de Marconato casi consigue una especie de “bonus track” con la ampliación de los gravámenes a los aire acondicionados de gran tamaño.

“Si esto no estuviese arreglado de entrada, hubiese habido un debate serio en el Congreso”, pensó en voz alta un legislador que siguió el caso de cerca.

“¿En Argentina, qué se les exige por ley a las empresas para gozar de estos beneficios?”, preguntó La Política Online a un especialista. “En Tierra del Fuego hay un proceso productivo que se les tiene que aprobar. Para algunos productos es más simple y para otros más complejo. En síntesis, y literalmente, se les pide poner bolsitas, etiquetas o pegamento de origen nacional. Es ridículo. Son muy blandas al principio y más duras al final. Pero en esos años ya se la llevaron con pala”, respondió con exceso de claridad la fuente consultada.

Mientras tanto, los componentes de todo lo que se fabrica en Tierra del Fuego son importados y no hay un solo incentivo para sustituir importaciones, justamente uno de las bases que el kirchnerismo, dice, posee esta ley.

“Si vos tenés el beneficio para cuatro tipos que son los que sustentan una economía en crisis, como es la de Tierra del Fuego, una gobernadora al rojo vivo que no puede financiar su provincia y de repente aparece esta ley y diputados y senadores de la provincia que de repente votan todo con el oficialismo. Si tiene cuatro patas, maúlla y junta bolas de pelo, por más vueltas que le dés, no hay duda que es un gato”, cerró con una graciosa comparación un operador político de la provincia del sur.

“Muchachos, esto va a salir, háganlo fácil. Algo le vamos a dar, les compramos las memorias o pueden venir a producir acá”. Así respondieron desde Afarte cuando los productores del resto del país, preocupados por este proyecto, fueron a plantearle sus interrogantes. Claro está, su confianza tenía sustento.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Tras la falta de quórum para aprobar el impuestazo tecnológico se redoblan esfuerzos para evitarlo

Compartimos un post de Andrea Catalano en su blog Generación A

Luego de que el Senado no lograra ayer el quórum necesario para tratar el impuestazo tecnológico a productos como celulares, monitores y otros artículos producidos fuera de Tierra del Fuego, las cámaras que nuclean a las empresas que se verán afectadas por esta medida, redoblaron los esfuerzos para evitar que se avance con la ley. En ese sentido, la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (CICOMRA) que nuclea a las operadoras de telefonía móvil -parte de las principales afectadas por la medida- se comprometió a comprar una determinada cantidad de teléfonos a las empresas de Tierra del Fuego a cambio de evitar la aprobación de la normativa.

CICOMRA insistió en que la medida "provocaría un aumento en los precios al público de los productos tecnológicos de hasta un 34% al gravarlos con impuestos internos por considerarlos "bienes suntuarios" y en algunos casos duplicar la alícuota del IVA aplicable. En ese marco, indicó que se vería afectado el 47% de los usuarios de telefonía móvil, que pertenecen al segmento de ingresos bajos, y que por medio de este servicio lograron tener una vía de comunicación permanente y, en algunos casos, la primera experiencia de uso de internet.
La Cámara reafirmó su propuesta "de generar un debate más amplio, evitando que se tomen medidas apresuradas y carentes de análisis profundo, que beneficien únicamente a las pocas empresas radicadas en Tierra del Fuego, en detrimento de las demás provincias del país y a costa de aumentar los precios para todos los consumidores argentinos".
Previo al pronunciamiento de esta cámara, la entidad que representa a los fabricantes de computadoras del continente, CAMOCA (Cámara Argentina de Máquinas Oficinas y Afines), dejaron en claro a los senadores que el proyecto no permitiría "generar una industria nacional con capacidad de sustituir importaciones, generar mano de obra y promover inversiones y generar una industria nacional con la fortaleza que en la actualidad tiene la de Brasil". Advirtieron, además, que a raíz de esta medida, ya se están sintiendo los efectos en el comercio, donde muchos productos han subido de precios. "La producción de Tierra del Fuego no sólo no va a poder abastecer al mercado local sino que el precio de los productos va a ser fijado por los propios empresarios, como ya ocurre con los televisores de LCD, acondicionadores de aire y otros artículos electrónicos en clara condición oligopólica y de abuso de posición dominante".
Por eso insistieron en la necesidad de trabajar en la redacción de una ley de hardware que impulse a todas la provincias a encarar proyectos para integrar equipamiento informático con sello nacional, y consolidar al sector desde la promoción.
La semana próxima se verá si los senadores entienden los argumentos de la industria o cumplen las órdenes que emanan desde arriba vulnerando su independencia de poder.

El “impuestazo tecnológico” y la necesidad de un debate más profundo para no perjudicar a los consumidores

CICOMRA, la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina, valora positivamente que la Cámara de Senadores no haya tratado el miércoles el proyecto CD-31/09, que provocaría consecuencias profundas e irreversibles para el progreso tecnológico nacional.

La aprobación de este proyecto, tal como está planteado, provocaría un aumento en los precios al público de los productos tecnológicos de hasta un 34%, al gravarlos con impuestos internos por considerarlos “bienes suntuarios” y en algunos casos duplicar la alícuota del IVA aplicable.

Destacamos la importancia y la voluntad de algunos Senadores Nacionales de revisar a conciencia y en profundidad los efectos de esta medida respecto de los consumidores, la agenda digital y la dinámica de un mercado estratégico, como es el de la tecnología y las telecomunicaciones, que tiene efectos positivos transversales sobre toda la economía. En este sentido, CICOMRA reafirma su propuesta de generar un debate más amplio, evitando que se tomen medidas apresuradas y carentes de análisis profundo, que beneficien únicamente a las pocas empresas radicadas en Tierra del Fuego, en detrimento de todas las demás provincias del país y a costas de aumentar los precios para todos los consumidores argentinos. Como gesto concreto para incentivar el debate que se propone, CICOMRA ha suministrado material de análisis a los Senadores, en el que se demuestra el impacto negativo del proyecto y compara experiencias y prácticas establecidas en otros países con un alto compromiso con el desarrollo tecnológico y la reducción de la brecha digital, como Brasil, Turquía, Australia, Portugal y China, entre otros.

Por otro lado, en el marco de la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda a la que CICOMRA fue invitada en el día de ayer, se hizo pública una propuesta concreta de las empresas operadoras de comunicaciones móviles para contribuir directamente con la Provincia de Tierra del Fuego, asumiendo un compromiso de compra de volúmenes de equipos de comunicación móvil provenientes de dicha provincia, en reemplazo del proyecto en discusión. Este compromiso permite alcanzar el objetivo de reactivar el empleo y la economía de esta región, sin los múltiples efectos negativos que generaría la adopción de la norma propuesta.

CICOMRA reitera la importancia de continuar en la línea de políticas públicas tendientes a reducir la brecha digital, que han permitido al sector, en un trabajo conjunto con las autoridades, alcanzar logros tales como superar la barrera de 100% de penetración de telefonía móvil en el país, estimándose que el 47% de los usuarios pertenecen al segmento de menores ingresos. El proyecto en discusión contradice abiertamente este espíritu de avance e inclusión, al plantear un impuesto regresivo y que, sin dudas, afectará en mayor medida a quienes menos tienen.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Más comentarios

Algunos mails que han llegado a la casilla de correo del blog. ¡Gracias a todos por participar!

La libertad de expresión es la amenaza mayor de las dictaduras. La nueva tecnología es el instrumento que ha podido neutralizar el poder centralizado que ejercen estas dictaduras. Es lógico que actúen contra ella en todas sus alternativas. Internet fue el instrumento que nos contactó a una mayoría de argentinos antes del 28 de Junio y nos pudimos informar de los escandalosos actos gubernamentales que los periodistas no pudieron o no quisieron publicar. Quien vote a favor de este impuesto debe ser considerado un delincuente asociado a la corrupción.
Seamos perseverantes hasta que terminen su mandato y aprendamos a votar y exigir decencia y eficiencia.
Carlos

no todos los argentinos nos compramos el celular por simple capricho, a muchos nos cuesta esfuerzo pagar las cuotas por cada aparato y muchas veces nos es indispensable para una comunicación en una urgencia en la que no tenemos un teléfono público a mano o simplemente, es un medio más económico de comunicarnos con nuestros parientes en el exterior. Además en estos tiempos de violencia e inseguridad, que el gobierno aún no sabe manejar, muchas veces el celular es la única manera disponible que tenemos de hacerle saber a nuestros seres queridos que estamos bien, que no nos pasó nada y que vamos a volver a casa. a muchos argentinos nos duele el bolsillo para poder mantener este nexo entre nosotros, no nos pueden hacer doler la cabeza también.
Vanesa

Hay algo lógico. Que claro estos políticos no ven ni van a ver nunca, están segados por el dinero y por incrementar su patrimonio a como de lugar. Pero no ven acaso la miseria que los rodea, que acaso no ven que hay niños pidiendo pan y chupando mocos. NO. No lo ven, a ellos solo les interesa sus campañas mentirosas por radio y TV. Y buscar de una u otra manera la forma de cobrar impuestos buscando innovar con esta metodología, gobierno tras gobierno y desde tiempos inmemoriales... Conoce acaso alguno de los merodeadores del foro un político honesto. Pero siempre es igual terminan ganando ellos ojalá alguna vez todos abramos los ojos y a la hora de poner nuestro voto en la urna nos demos cuenta de que es el momento ideal para castigarlos. Y pedirle diplomáticamente, que se vayan a trabajar... Es una vergüenza este sistema me da bronca. Como a cualquier ciudadano de esta tierra. La mas rica del mundo. Pero la que más pobres y humildes tiene. Señores políticos basta de fundir nuestra argentina. Pónganse a trabajar para nosotros el pueblo y no en pos de su patrimonio personal. Y si con lo recaudado mensualmente no les alcanza. Pues es fácil, en vez de poner impuestos raros. Bájense el sueldo sean gente. Empiecen por hay...
Que bronca che....
Edgardo

Vivo en Tres Arroyos pcia de Bs. As. en un barrio del Plan Federal, alejado del pueblo unas 25 cuadras del centro y en una ciudad como la mía esto es mucho, mi hija va al colegio , mi marido y yo a nuestros trabajos y no tenemos conexión mi marido es remisero y todos tenemos celular porque lo necesitamos para estar comunicados durante el día y por qué no de noche cuando trabaja? Es casi una seguridad y por supuesto una necesidad. Además Telefónica no hizo cableado para el barrio, si no fuese por el celu estaríamos desconectados del mundo.
Norma

Es vergonzosa la manera en que siguen valiéndose de la empobrecida clase media para financiar los pequeños gustos personales. El celular es un método muy efectivo de cuidar de nuestros hijos frente a la cada vez mayor inseguridad
Gabriela

Hola mi nombre es Javier Saporiti y estoy en desacuerdo con el impuestazo que se le quiere poner a los celulares por tomarlos como un elemento de lujo. Hoy en día el mundo depende de la tecnología y el celular va a ser principal medio de esta revolución, tan es así que habrá una nueva forma de analfabetismo, el informático. Los celulares son y van a ser el único medio para los que menos tienen, de no quedar atrás en esta carrera sin retorno. Por Favor lujo es tener un auto de 50000 dólares, una o más casas de 1000000 de dólares, usar tapados de piel o relojes de 10000 dólares. Por favor consideren no aplicar el impuesto, no nos retrasen más de lo que estamos.
Javier

yo creo que nuevamente los que pagan el pato somos la gente que trabaja, si el dinero estaría bien administrado, no pasaría esto, pero como el dinero siempre se va por algún lado... Además el teléfono, la masa de la gente lo utiliza para trabajar, para seguridad ya que en nuestro país, la inseguridad es moneda corriente. Señores diputados, senadores:¿Por que no piensan más en el bienestar del pueblo?¿acaso a nosotros, los trabajadores, nos aumentan los sueldos? el costo de vida a cuanto se fue? y ¿y de cuanto fue el aumento que nos dieron? por favor es una vergüenza vivir en la argentina, es una vergüenza que la presidenta haya aumentado tanto su patrimonio, es una vergüenza que a los cartoneros los cuenten como personas con una ocupación, y no como desocupados, GENTE PIENSEN PROYECTOS COMO LA GENTE, ESTO ES OTRA VERGUENZA QUE SE SUMA!!!!!!!!!! OBVIAMENTE ME OPONGO
Viviana

miércoles, 26 de agosto de 2009

La tecnología es de derecha

La visión sobre el impuestazo del filósofo Alejandro Rozitchner, publicada en el diario La Nación la semana pasada.

El impuesto a la tecnología es una idea sensacional: ¡garantiza el atraso y la pobreza por décadas! ¡Nos instala de una vez por todas en el fundamental ámbito del pasado, la memoria, en la valiosa historia, lejos del peligroso progreso, de la ambición del presente y del posible bienestar!
Supongamos que todas las ineficiencias e ilegalidades del actual gobierno nacional no lograran seguir hundiendo al país como lo hacen hoy, o que la próxima administración, más sensata y trabajadora, corrigiera en los próximos años el rumbo hoy instalado, ¡la brecha digital, bien consolidada, es un recurso ideal para poder continuar con el clientelismo y los movimientos populares! ¡Una verdadera garantía de cretinismo y falseamiento de todo! ¡La tecnología y sobre todo Internet son de derecha y es necesario marcarles un límite!

Es claro que Internet es enemiga de lo popular: en vez de cultivar el conjunto de los necios amuchados (acepción correcta del vocablo "pueblo" -ver Nuevo Diccionario de Realidades Escondidas-) cultiva y exalta a las personas, las hace comunicarse, pensar, leer y escribir, hablar, enterarse, ser creativos, activos, despiertos, eludir controles y concebir nuevos emprendimientos productivos. ¡Hay que cortar con esos nuevos aires del mundo, con esa maldita tendencia a sumar ciencia con capacidad práctica y con transparencia y encima con disfrute! ¿Adónde llegaríamos de seguir así, adónde, Dios mío? ¿Ya no hay amor por la oscuridad, el sinsentido, la soledad, el dolor como clave de la existencia? ¿En qué frivolidad pretenden instalarnos? ¿Y nuestra tradición de sufrimiento, lejanías y meritorios padecimientos?

Más allá de los chistes (y de su valiosa función expresiva y orientadora, no hay por qué negarlo), ¿pueden los políticos convencionales que dominan la actividad legislativa, desconocer hasta tal punto las realidades de nuestro tiempo como para imaginar una medida tan retrógrada y mezquina como el impuesto a la tecnología y favorecer el consecuente incremento de la infinitamente relevante brecha digital? ¿Pueden creer, por un momento, que esto beneficiará a algún trabajador argentino, más allá de las artificiales condiciones que tratan de generarse para sostener una falsa competitividad, como entre nosotros se acostumbra?

Mi primera reacción, como la de muchos, fue la de pensar que se trataba de un descuido o de un rasgo, digamos, propio de rústicos. "No saben", podía uno pensar, "no conocen el rumbo de un mundo hiperconectado, viven en despachos, muchos vienen de provincias lejanas, otros no han tenido una educación demasiado eficaz, en general se dedican más a la rosca que al logro": esas cosas que uno piensa, o sabe, de los políticos habituales, de los de siempre.

Pero después me di cuenta de que a esta política (a esta política corta, peronista, radical, izquierdista sonsa, resentida, populista, corrupta, falta de grandeza, de deseo, de visión, alimentada por un sentido común que ama la crítica y el resentimiento y al que le cuesta ejercer la pasión de vivir y sí, me refiero al gobierno y sus aliados) le conviene que la tecnología, la digitalización, Internet, y la nueva cultura, no crezcan demasiado. O demasiado rápido, porque el crecimiento es imparable.

Ni siquiera es algo que deban pensar. Lo sienten. Tanto el político como el sindicalista como el empresario como el profesor como el funcionario anquilosado, repatingado en la existencia cuidando un pedacito de espacio y renta (entendiendo un puestito en la administración también como una renta, la renta "popular"), saben, por pura piel, captan, por inevitable intuición, que la tecnología tiende a subir el nivel de exigencia y eficacia de todas las cosas, desde los trabajos universitarios hasta las gestiones públicas.

¿Y quién quiere trabajar más? ¿Acaso esperan que yo lo haga todo? ¿Qué sea el único que trabaje? ¿Qué haga más por esto que gano? No, apaguen las máquinas y vamos a casa. ¡Es mi derecho, me lo gané, soy honrado y defiendo las causas justas, a mi no me vengan a pedir, encima, que sepa hacer algo! ¡Basta de tecnología emancipadora, volvamos a prender las velas de la ignorancia y la cerrazón, para acercarnos a la justicia de la escasez y el honor del vacío! Lo único que falta ahora es que cualquier burgués que quiera comprarse un celular o una computadora lo pague a precios internacionales: ¡para conservar nuestro atraso es necesario que tenga que gastar más del doble! Así aprenderán esos traidores de la tradición.

O sea: no, no es desconocimiento, el de un gobierno capaz de adoptar la madre de todas las medidas retrógradas posibles, es mero feeling de supervivencia. Vamos a decirlo una vez más, con claridad: la tecnología es enemiga del peronismo K (así como hay Gripe A, hay también peronismo K, otro virus peligroso, temido también en el mundo entero, y que está por suerte en remisión -aunque no se calcula el daño que va a hacer antes de concluir su desaparición-). La tecnología es enemiga del universo K, porque ella es la emisaria de un mundo distinto, es una cómplice de ese crecimiento y de esa maduración que llevarían al país a superar ese virus retardatario.

Hago hincapié en Internet porque ella muestra con claridad el alcance de una nueva cultura, pero por supuesto que el impuesto que afecta a la tecnología en general produce la misma consecuencia en todos los niveles. Este es uno de esos temas que superan la necesidad de la comprensión y el análisis. Hoy necesitamos no sólo entender que la ley mencionada tendrá grandes efectos negativos: tenemos que hacer algo. Y hay que hacerlo ya.

El blog del autor, http://www.100volando.net/

martes, 25 de agosto de 2009

Cómo una ley puede determinar la vida de un empleado de McDonalds

Reproducimos un interesante artículo publicado la semana pasada por Julián Gallo, consultor de medios interactivos, en su blog Mirá!.

El gráfico de arriba captura dos ofertas de una misma máquina, a la izquierda una MacBook Pro precio en Estados Unidos y la derecha la misma computadora en Argentina. Destaco en ambos casos no solamente el precio total de la máquina, sino el precio de las cuotas. Como puede verse, la versión norteamericana es accesible a cualquier persona que tenga empleo, en la versión Argentina solo para personas de altos ingresos. Para comprender mejor la accesibilidad que existe a la tecnología en Estados Unidos, no debe traducirse el precio de dólares a pesos, debe comprenderse que 28 U$S en Estados Unidos es igual a 28$ en Argentina. Abismo parece una palabra adecuada para comprender la distancia entre estos dos mundos.


McDonalds
Cuando hago esta comparación siempre pienso en el mismo ejemplo, un chico de 18 años con su primer empleo en McDonals en Argentina y otro en Estados Unidos. Es una especie de “Big Mac Index“, pero para medir la proximidad a las tecnologías que tiene una persona con un trabajo modesto en distintas partes del mundo. Ignoro cuales son los salarios en los dos países, pero les adjudico un sueldo muy bajo en ambos casos. Para comprender lo frustrante que es ser argentino, imagino a ambos jóvenes llenos de ideas y proyectos. Por ejemplo, crear un sitio web, o armar una película, o hacer los videoclips de las bandas de sus amigos. Puedo afirmar que el joven argentino deberá conformarse con ver los videos del joven norteamericano en Youtube y guardar sus ideas para otra vida. Los precios son elocuentes.
El chico argentino que trabaje en McDonalds nunca podrá comprarse una MacBook Pro, ni tampoco una Nikon D90, como la que aparece abajo



Aviso publicado ayer en Clarín


Sin embargo, siguiendo con el ejemplo de los empleados de McDonalds, el joven norteamericano, sí. Supongamos que hasta el momento el chico destinó 28 dólares (!) de su sueldo para comprar una Mac Book Pro. Ahora, para comprar una Nikon D90 en Best Buy en 18 cuotas sin interés, tendrá que dedicar entonces U$S 72. Quiere decir que el chico norteamericano deberá destinar solamente U$S 100 de su sueldo para adquirir tecnología de última generación para crear sus proyectos.
La historia puede continuar de muchas maneras. El joven norteamericano empleado en McDonalds podrá incorporar conocimientos y evolucionar en empleos relacionados con esos conocimientos. El empleado argentino seguirá yendo al cybercafé de su barrio a jugar Counter Strike hasta malograrse y maldecirse.

Retrógrados
Como es sabido, la cámara de diputados de Argentina votó la media sanción de una ley que grabará con un impuesto aun mayor a los artículos e insumos tecnológicos. Es decir, toda la pésima situación descripta arriba se agravará. El argumento de favorecer con este impuesto a las fábricas de ensamblado argentinas es tan retrógrado (no es un insulto, es una definición) que no merecería ser discutido. Pero lamentablemente estamos obligados a hacerlo.
¿Debemos ponernos a explicar en el 2009 que vivimos en la sociedad del conocimiento? ¿A esta altura? ¿Tan torpe nos hemos vuelto? ¿Acaso debemos explicar que la industria del entretenimiento es más grande y genera más empleos que la industria automotriz? ¿O que la industria del software es más estratégica que la metalúrgica? ¿Es necesario que expliquemos que nunca Argentina podrá fabricar nada significativo creado por argentinos mientras no podamos acceder de manera competitiva a las mismas herramientas de conocimiento que tienen los creadores, ingenieros y científicos de otros países? ¿Eso tenemos que discutir ahora?
Los 136 diputados que votaron esta ley mirando hacia atrás, hicieron que nos inclináramos como país hacia un mundo que desapareció y que nos alejáramos cada vez más del mundo actual (y ni que decir del que sucederá en la próxima década)

¿Qué harán los senadores?